sexo adulto
Bueno, yo no era virgen más. ¿Se supone que eso me hace sentir bien? Me sentí aliviado de que no se movía sobre mi cabeza nunca más, pero no fue sorprendente iluminación o aplaudiendo trueno.
Moscow escort Volví a casa por un taxi y tenía una taza de café. Estaba inquieto; una mujer no era una entidad misteriosa más, ella era de carne suave y sedosa al tacto y acariciar con un aroma misterioso, muy femenina. Yo quería más ...
Escort Moscow Saqué el periódico local y busqué los clasificados. Allí estaba; erótico cuerpo-rub intermitente en mí como si haciendo señas a mí. Llamé al número y una mujer respondió, le pregunté acerca de ello y ella me dijo que el proceso incluye un masaje de cuerpo dado por ella en el desnudo. Le pregunté a una cita y ella lo arreglaron para una hora más tarde, la dirección estaba cerca.
Llegué al lugar, estaba unos minutos antes, así caminaron alrededor de la cuadra. En el momento dado, yo toqué el timbre. Una mujer de unos cuarenta y pocos años abrió la puerta. Se presentó como Anna. Anna era alto, de pelo rubio. Ella parecía tener un cuerpo promedio, pero eso no era importante, ya que era imprescindible para estar cerca de una hembra y acariciarla y olerla de lo que era para cayeron relevado sexual. Anna llevaba una blusa blanca sobre una especie de pantalones de color rosa sueltos. Muy informal y parecía cómodo. El lugar era agradable, con suelos de madera. Ella me indicó a la pequeña habitación, que tenía un pequeño calentador (hacía frío). Hubo un futón en el suelo. Entramos en la habitación y ella me pidió que se sienta cómodo.
Empecé a quitarme la ropa y estaba abajo a mis calzoncillos y me senté en la toalla, que se había extendido en el futón. Anna comenzó a desnudarse. Ella se bajó los pantalones y las bragas juntos. Creo que eran blanco ya había algo de mezcla de blanco con sus pantalones arrugados. Bajé mis calzoncillos. Luego se quitó la blusa. Ella no llevaba sujetador. Tenía pechos y pezones rosados (mi sueño). Ella era muy blanco. Sería poética de decir que tenía la piel aterciopelada crema. Los pechos cayeron un poco, pero no importaba. Tenía un poco de carne suelta en el estómago, pero que la hacía parecer más de una mujer. Mi mirada viajó hacia abajo y había un parche escaso de pelo rubio y el más hermoso de la vagina en el mundo. Era tan gorda y jugosa, con un precioso hendido. El hombre era yo en los cielos.
Ella se acercó a mí y me pidió que se acueste boca abajo y luego tomó un poco de crema de la botella de cerca y lo calentó en sus manos y luego derramó sobre mi espalda y lentamente masajeó.
Ella utiliza movimientos largos al principio y luego un ligero toque plumoso. Yo estaba medio dormido. Sus manos eran una maravilla. Sus dedos rodearon mis nalgas y estaban en ellos durante mucho tiempo. Ella me sentó a horcajadas y se masajeó la espalda. Podía oler su perfume; olía a vainilla. Se bajó y tomó un poco más de crema y empezó a masajear mis muslos. Trabajó en la crema y luego comenzó a usar esos toques de plumas en mis muslos internos. Podía sentir mariposas en el estómago y una agitación en la ingle. Entonces ella me pidió que la vuelta. Lo hice y tuve una ligera erección. Podía sentir cómo me sonrojándose un poco, pero ella me tranquilizó ingenio una sonrisa diciendo que su masaje estaba teniendo el efecto deseado. Ahora ella dijo que era mi turno. Me quedé perplejo, se supone que iba a dar masajes a ella? Ella respondió a mi mirada interrogante diciendo que yo pudiera tocar su cuerpo. Ella semi reclinada su cuerpo y me puse sobre mis rodillas. Le toqué sus pechos y los pezones rosados fuera-de-este-mundo. Se endurecieron un poco, ¿fue debido a mi contacto o por el frío, yo no lo sabían. Le acaricié la cara y acercaba su cuello y otra vez que podía oler dulce vainilla.
Olí en su cuello y ella trajo su mano detrás de la cabeza y me acerqué más. Casi podía saborearla. Le pregunté si podía chupar sus pezones, ella dijo bien siempre y cuando yo era suave. Dejé caer mi boca a su pecho izquierdo, tiernamente sosteniéndolo como si fuera la cosa más preciosa en este mundo y lamió brote color de rosa. Mi pene se crispó. Me chupó un pezón y luego pasé al pezón derecho remolinos de mi lengua a su alrededor y luego chuparlo. Moví mis manos a sus muslos y los acarició suavemente. Toqué interior de sus muslos y ella separó las piernas para darme acceso.
Hay entre sus piernas eran los pliegues suaves de una mujer. Le pregunté si puedo tocarla allí y ella asintió su consentimiento. Puse mis manos en su pelo púbico. Era enjuto al tacto. Estaba respirando pesadamente y mi pene estaba crispar y endureciendo al mismo tiempo. Supongo que algunos pre-semen debe haberse filtrado en la toalla. Ella abrió los labios de la vagina y el muchacho-oh-boy, ella era tan rosa por dentro. Al igual que una apertura de pétalos de rosa en medio de una cremosa circundante. Toqué su clítoris y le acaricié dobla con los dedos. Yo estaba tan duro como una roca. Ella me miró y comentó que yo estaba emocionado.
Le sonreí tímidamente. Ella me pidió que acostarse y dejar que haga su trabajo. Obedecí y me acosté. Cambié por lo que pude ver, ella tomó un poco de crema en sus palmas y calenté frotando sus palmas juntas y luego se tocó suavemente el eje de mi pene duro. Mi pene tembló como si tuviera una mente propia. Ella acarició su mano arriba y abajo en mi pene y que era el paraíso. Estaba mirando fijamente en mi pene. Podía sentir prisa, y yo sabía que iba a correrse pronto.
Le hice saber que pensar que ella puede querer quitar su mano, pero ella siguió acariciando y tomé una toalla pequeña y la puse en mi estómago. Vine en una dura racha que subió en el aire y aterrizó en la toalla. No se detuvo, pero ligeramente girado mi pene hacia mi estómago, el segundo brote fue tan fuerte, que voló en el aire y casi alcanzó la barbilla. Ella sonrió con cariño a mí y continuó ordeño mi pene. Me brotó un poco más y entonces estaba completamente seco.
Ella todavía me acarició suavemente hasta que mi pene comenzó a desinflarse. Luego se soltó de mi pene y tomó la toalla y se limpió de la esperma que estaba en mi cuerpo, y amorosamente me preguntó si me gustó mucho.
Lo único que pude hacer fue asentir. Ella entonces se levantó y me llevó a su pequeño cuarto de baño y me pidió que tener una ducha. Me duché rápidamente y salió. Ella todavía estaba desnudo. Empecé a vestirse, ella también. Ella desenredó sus bragas de los pantalones; eran blancos y de encaje y los puso. Anna era una diosa con sus pezones rosados y piernas largas que llevaba un par de encaje bragas blancas. Se subió los pantalones y luego se abrochó la blusa. Me vestí y salí de la habitación exterior. Le di las gracias; ella sonrió y luego me dio un beso en la mejilla. El perfume de vainilla y la feminidad de Anna. Salí del lugar. Yo estaba en dicha ...
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